Sociedad Española de Enfermería Nefrológica
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EDITORIAL
Publicación:Nº2, Volumen 6, II Trimestre 2003
Autor:L. Andreu i Periz
Contenido del Artículo: En los últimos meses, una vez más, los medios de comunicación han reflejado la convulsa situación mundial. Guerra preventiva, coaliciones, terrorismo, son conceptos que encogen el ánimo y dejan entrever intereses poco claros. No hay ganadores en una guerra y sí muchos perdedores, que como siempre serán los más débiles. La OMS ha estimado que más de medio millón de personas pueden morir como consecuencia del hambre y de las carencias sanitarias que la guerra de Irak ha generado. A esta estimación general la Enfermería Nefrológica no puede dejar de añadir que muchos heridos o infectados padecerán una insuficiencia renal que nadie solucionará, y es probable que se planteé la pregunta: tanto dolor y sufrimiento, ¿servirá para hacer llegar la prevención y atención de la enfermedad renal a los que nunca se les ha prestado?. No parece que las enormes diferencias sociosanitarias entre los países vayan a disminuir. Constantemente llegan a nuestras unidades personas que abandonan todo, su casa, su tierra y su cultura para obtener una atención que les es negada por el hecho de haber nacido en un lugar sin privilegios. Indudablemente esto genera problemas de organización, pero también nos enriquece y nos tiene que servir para reflexionar y animarnos a luchar por un mundo más justo.
Los manuales "clásicos" de Nefrología, en sus apartados sobre la historia de la diálisis, hacen mención de las alianzas científicas entre Europa y América del Norte que se generaron tras la Segunda Guerra mundial,impulsando de forma definitiva a las técnicas diáliticas. También se menciona que la guerra de Corea y la utilización en ella por primera vez del helicóptero permitió que heridos que hubieran muerto en el campo de batalla, sobrevivieran, al recibir rápidamente atención sanitaria, pero también que sufrieran posteriormente fracasos renales agudos. Esto potenció y permitió desarrollar nuevas ideas útiles para el tratamiento de la insuficiencia renal. No sabemos si a justificaciones rocambolescas de porqué las guerras son necesarias, se podría añadir estos datos, pero si sabemos que solo la razón y principios éticos incuestionables (aunque sólo reconocidos por los poderosos a nivel teórico), serán los únicos que permitirán el progreso técnico y científico de la humanidad y el encuentro entre las personas.