Sociedad Española de Enfermería Nefrológica
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EDITORIAL
Publicación:Nº1, Volumen 3, I Trimestre 2000
Autor:L. Andreu i Periz, J. Andrés i Casamiquela
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Contenido del Artículo: EDITORIAL

Como ya comentábamos en el número anterior, el año 2000 tiene para la enfermería nefrológica un especial significado. En él vamos a celebrar nuestras bodas de plata y como en los matrimonios ocurre, no siempre ha sido fácil llegar a esta fecha, siendo muchas veces necesarias buenas dosis de paciencia y sobre todo de trabajo en equipo para alcanzarla. Sin duda y a juzgar por los resultados, el esfuerzo ha valido la pena, y podemos con lícito orgullo festejar el acontecimiento. Este comité editorial quiere hacerse eco de los deseos de la Junta Permanente y de la Sociedad entera sumándose a esta celebración. Durante el año en curso van a pasar por estas páginas, personas que han sido y son decisivas para nuestro desarrollo y que seguro, a muchos de nosotros nos harán rememorar agradables momentos. A los más jóvenes, les descubrirán facetas inéditas de nuestra trayectoria que les acercarán más a nuestra historia. Editoriales, entrevistas, reflexiones en suma, de aquellos que han significado y significan mucho en la enfermería nefrológica, nos acercarán más esta cifra mágina de nuestros 25 años y a la provechosa actualidad que estamos viviendo. Esperamos que esta iniciativa sea de vuestro agrado y que todos aquellos socios, antiguos o recientes que deseen participar de ella, nos ofrezcan su aportación.

Lola Andreu



Cuando me comentaron la posibilidad de escribir la presente editorial, una primera idea vino a mi cabeza: "de nuevo se demuestra que finalmente lo que quedan son los amigos". Las instituciones pasan y con ellas las circunstancias del entorno. También el tiempo pasa y conjuntamente con la visión exterior de las cosas, confieren mayor capacidad de análisis que cuando uno se encuentra en pleno fragor de la batalla.

La enfermería nefrológica es una parte de mi vida, una parte de vida de lucha, de pasión por unos principios, de amor y amistad por las personas y de cumplimiento del deber en busca de unos objetivos.

No obstante con la perspectiva que la lejanía en el tiempo le dan al historiador, algunas cosas se ven de distinta forma.

Creo que la enfermería ya no puede ser nefrológica, o al menos ya no sólo puede ser eso, la enfermería ha de ser la enfermería de las personas, la enfermería del ser humano. La enfermería ha de relacionarse con los individuos de una forma global, es más, me atrevería a acuñar un nuevo término. "LA ENFERMERÍA TOTAL".
En su momento también nosotros luchamos duramente por conseguir cuotas de reconocimiento para una enfermería especializada, encontrando, cómo no, la oposición de los de siempre. Pero creo que ya no lo necesitamos, ni a ellos tampoco. El modelo biomédico está caduco, obsoleto y ya no obedece a las necesidades, médicas o no, del ser humano. La persona, las personas, necesitan personas, necesitan seres humanos, necesitan piel contra piel, sentimientos contra sentimientos, no sólo procedimientos técnicos hábilmente realizados. Eso para ellos, a los que tampoco iría nada mal un baño de humanidades y antropología.

Cuando la enfermería en todos sus componentes entienda eso, entonces podremos esgrimir un perfecto conocimiento de las técnicas y las terapias, y de los diagnósticos y los tratamientos. Pero entonces ya no necesitaremos reivindicar más que se nos respete como lo que somos, personas que ayudamos a personas, o sea, enfermeros.