La enfermera de HD es la responsable de la
educación sanitaria y los cuidados de manteni-
miento del acceso venoso para las técnicas de
aféresis, tanto al paciente como a su cuidador
y ser el enlace con la comunidad y entorno del
paciente.
El centro debe prestar atención continuada
de enfermería, en caso necesario, las 24h del
día durante los 365 días del año.
La dotación de personal será variable en
función del estado, tolerancia a la técnica,
edad del paciente, necesidades de aislamiento
y grado de discapacidad. Asimismo y, si hace-
mos referencia a las recomendaciones de la
Asociación Renal Británica Nefrológica en sus
recomendaciones del 2002, y validadas por la
Asociación Británica de nefrología Pediátrica
en el 2011, la relación de pacientes pediátricos
en HD/enfermera sería:
•
Relación paciente crónico menor de 5 años/
enfermera 1:1 o 4:2, en pacientes crónicos
mayores de 5 años y correcta tolerancia la
relación será 2:1 o 5:2, siempre que la tole-
rancia de las sesiones sea buena y los pa-
cientes no requieran aislamiento.
•
En caso de pacientes portadores de VHB –
VHC o que estén colonizados o infectados
con gérmenes que requieran tomar medidas
específicas de aislamiento, como por ejem-
plo virus de la comunidad o gérmenes mul-
tirresistenes, la relación será de1:1 o en caso
de pacientes con el mismo motivo de aisla-
miento las mismas relaciones antes mencio-
nadas.
Dado lo específico de la atención en estas
técnicas se hace necesario que cada centro dis-
ponga de personal adicional formado y entre-
nado, con conocimientos actualizados, que
puedan dar soporte a la unidad de HD en caso
necesario, ya sea por incremento de la activi-
dad puntual o coberturas de personal asisten-
cial habitual.
LA ENFERMERA EN DP PEDIÁTRICA
En la edad pediátrica el tratamiento renal
sustitutivo de elección es el trasplante renal an-
ticipado, si bien con frecuencia es necesario
iniciar diálisis crónica antes de la realización
del trasplante por motivos de escasez de órga-
nos, o relacionados con las características del
propio paciente. Actualmente la DP es una mo-
dalidad de tratamiento de elección en los pa-
cientes pediátricos con IRCT, siendo una téc-
nica de baja mortalidad con una buena relación
riesgo – beneficio en nuestro medio. Tiene una
indicación primordial en lactantes y niños muy
pequeños con dificultad de acceso vascular y
en los que tengan domicilios alejados del cen-
tro de diálisis, como primer tratamiento sustitu-
tivo antes que un trasplante renal.
Es posiblemente en esta modalidad de TSR
donde el papel del equipo multidisciplinar, y
en concreto el de la enfermera, adquiere un pa-
pel más relevante siendo imprescindible para el
desarrollo, crecimiento y mantenimiento de un
programa de DP. La calidad del entrenamiento
recibido, la educación sanitaria, el apoyo y se-
guimiento del correcto manejo, basados en una
estrecha relación de confianza con el paciente
y su cuidador van a condicionar el éxito de la
técnica.
La enfermera de DP debe basar su atención
en dar soporte al niño y sus padres en un tra-
tamiento, realizado por ellos mismos y que en
muchos casos resulta agotador. Para ello se re-
quiere de un periodo de adaptación. La diálisis
domiciliaria favorece que los niños y sus cuida-
dores sean más responsables de su propio tra-
tamiento y tengan un mayor grado de libertad
e independencia, pero requiere de mucho es-
fuerzo por parte de todos y de una enfermera
pediátrica especializada y entrenada en su ma-
nejo. Es importante tener una actitud docente y
con capacidad de comunicación y entrega a las
familias resolviendo problemas que van más
allá de los relacionados con la técnica: psico-
lógicos, sociales, familiares, educacionales….
La enfermera de DP también es la responsa-
ble de mantener una estrecha relación con el
servicio de atención primaria, y con el entorno
del paciente, coordinando las actuaciones y las
tareas asistenciales y dando todo tipo de so-
porte para mantener el éxito de la técnica.
Se recomienda una enfermera de DP para
cada 10 pacientes pediátricos.
BIBLIOGRAFÍA
1. Ares Trapote R, Sanahuja Ibáñez MJ, Navarro M,
centros participantes en el REPIR II. Epidemiolo-
gía de la enfermedad renal crónica no terminal en
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Nefrología pediátrica
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